Disturbios raciales en Burnley
El 2 de Junio del 2002 Inglaterra y Suecia jugaban en Japón
un partido del Mundial del 2002 que terminó con empate a uno. A miles de
kilómetros, en Inglaterra, centenares de hooligans seguían ese partido por TV.
El resultado, contrario a los intereses de Inglaterra, ocasionó una serie de
incidentes por todo el país entre hooligans, inmigrantes y anti-fascistas.
En Oldham más de 100 hooligans, con el apoyo de miembros de
C18, marcharon hacia el barrio de población inmigrante de Glodwick para
enfrentarse con sus vecinos, siendo interceptados por la policía; en Hull sobre
200 hooligans atacaron un centro de internamiento de inmigrantes; en Swansea 50
hooligans atacaron el concierto anti-fascista “Smash the BNP” y la policía tuvo
que darlo por finalizado.
Y en Burnley cerca de setenta hooligans se dirigieron desde
el centro de la ciudad en busca de enfrentamiento con Paquistaníes al grito de
“Fight the pakis!!”. Fueron interceptados por la policía y esto derivó en
disturbios con la policía y en agresiones aisladas a los pocos asiáticos que
encontraban.
La participación de hooligans del Burnley FC en incidentes
racistas no se circunscribe únicamente a este episodio, sino que ya hubo otro
anterior de mucha mayor envergadura y repercusión mediática. Fue en Junio del
2001.
Burnley es una ciudad que contaba con un porcentaje cercano
al 10% de población inmigrante en esa fecha, la mayoría de origen asiático. La
noche del sábado 23 de Junio del 2001 se estaba celebrando una fiesta de
jóvenes blancos en una casa abandonada situada en uno de los dos distritos
ocupados por población asiática de Burnley. Sobre las cuatro de la mañana se
produjo una discusión entre unos vecinos y los jóvenes blancos que derivó en
una pelea cuando llegó un numeroso grupo de jóvenes paquistaníes a la casa.
Posteriormente, en otra parte de la ciudad fue atacado un taxista paquistaní
con un martillo. Esto derivó
en una serie de incidentes que se alargaron hasta
la madrugada del lunes 25 Junio y que enfrentaron a jóvenes blancos y asiáticos
entre sí y a éstos contra la policía por toda la ciudad.
Aunque los medios de comunicación han intentado remarcar el
hecho de que la violencia protagonizada por los jóvenes blancos fue mediante
agresiones a físicas a asiáticos, sus casas y sus comercios, mientras que los
asiáticos lo hicieron contra la policía, lo cierto es que la policía no escapó
de la violencia de los jóvenes blancos. Violencia en la que tuvo una parte muy
importante tanto “Suicide Squad” como “Suicide Youth Squad”. De hecho, Andy
Porter fue condenado a tres años de prisión a resultas de los disturbios
raciales de Burnley por enfrentamientos contra la policía.
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